Última semana de enero 2019. La ardilla Lincoln

Lunes 21 de enero 2019
Existe una fantasmal asociación de autónomos que sale en las fotos como si negociase o consiguiese cada vez que el Gobierno de turno decide que paguemos más. Yo no pertenezco. Nadie pertenece. 

Martes 22 de enero 2019
Si con algo pueden contar nuestros representantes (o aspirantes a ello) es con nuestra completa amnesia. No a corto ni largo plazo, sino absoluto. No nos acordamos de nada. No aprendemos nada. No extraemos ningún conocimiento de la experiencia, ni de la historia. Y repetimos comportamientos contrastadamente nefastos para intentar arreglar problemas... solubles. Me he apropiado de la frase (que creí de Maquiavelo): A veces los pueblos buscan su propia desdicha. Ahora digo que es mía. Jódete, Niccolò.

Miércoles 23 de enero 2019
El PP ha conseguido dividir a la derecha no en dos, sino en tres. Me parece que ya lo había dicho. Lo asombroso es que, aunque no hacen más que perder votos, ríen y celebran. Su estrategia para recuperarlos parece ser fanatizarse, decir mentiras cada vez más grandes y tratar a la gente como idiotas. Igual les funciona.

Jueves 24 de enero 2019
Todas las bases son iguales, pero algunas bases son más iguales que otras.

Viernes 25 de enero 2019
El sábado hay una manifestación en Valladolid para quejarse (con razón, claro) de la continuada en el tiempo negligencia de este señor, amparada por los que le han encajado ahí conociéndole y por ello. Es el consejero de Sanidad. 

Sábado 26 de enero 2019
Vino el ministro de Fomento. El muy reivindicativo presidente Vicente le acorraló y le arrancó... nada en absoluto. No sé cuántas veces debemos presenciar estas melancólicas ceremonias.

Domingo 27 de enero 2019
Viene el tiempo malo. Agua. Nieve. Luego hace bueno. Después hiela. Es un descalzaperros todo. Dichosos separatistas.