domingo, 17 de enero de 2016

Tercera semana de enero. Posición de ráfaga

Lunes 11 de enero de 2016
Leo dos páginas sobre lo que la consejera o subdelegada o lo que sea de lo que sea dice que la Junta de Castilla y León va a hacer en los próximos dos meses (u once años, daría igual): una sarta de abstractas patrañas que van desde pagar los sueldos a los ujieres (como inversión) a establecer apuestas sobre las cosas de las cosas. El momento de desarrollo del sector cereal, el diálogo de la Universidad con la patata, la implementación de la imaginación del territorio... Dos páginas.




Martes 12 de enero de 2016
Todo lo que no es río es cauce. U orilla. Nosotros mismos. Se desbordó el Duero. Lo hacía cuando no se llamaba Duero y seguirá haciéndolo cuando deje de llamarse así.




Miércoles 13 de enero de 2016
Ahora que hemos votado (los que hemos votado) una corra de veces, debemos contemplar la glosa o exégesis de ello. Se cree uno que ha elegido (o elegirá) algo, pero no.



Jueves 14 de enero de 2016
El agua vuelve a donde debía en algunos casos. Y sale, aparece o se manifiesta la (¡¡Ta... ta....chann!!) lanzadera financiera: artefacto tan grotesco que hasta sus impulsores (manda cojones) se arrepienten 
casi de inmediato de haber promocionado semejante sandez. No creo que lo oigamos muchas más veces.




Viernes 15 de enero de 2016
La lanzadera financiera (que, aparte de rimar entre sí muy en consonante, rima con Herrera) consiste en (u obedece a) cambiar el nombre de algunas líneas de crédito y, sobre todo, al optimismo que genera cobrar seis u once mil euros al mes por elaborar estos ilusorios productos. La portada del Time es sobre el Shuttle (Lanzadera) Challenger (Desafiante) que explotó en 1986 setenta y tres segundos después de su despegue matando en el acto a sus siete tripulantes.



Sábado 16 de enero de 2016
Semana de triles y lanzaderas. El viento no pesa, pero desgasta. Esta gente, liviana, deja el terreno arañado, improductivo, liso pero, también y sobre todo, feo. 



Domingo 17 de enero de 2016
La estrategia del PSOE (lo último ha sido regalarle cuatro senadores a los más fachas del Senado) me fascina, me aturde y me aterra. Al igual que el PP confía (con razón) en que sus votantes son más bien golems inversos, a los que la papeleta que les reintroducen por la boca conmina a obedecer cualesquiera órdenes, por absurdas que sean.