sábado, 23 de marzo de 2024

Tercera semana marzo 2024. Autoadhesivo



Martes 19 marzo 2024
El Día del Padre... Nuestro. Jo, jo, jo. Ah, no. Bueno. El concepto de UN DIOS todopoderoso es increíblemente ridículo. Eso solo se le ocurre a las personas: inventar seres imaginarios tan irritables como indiferentes. Tan compasivos como rencorosos. Incomprensibles pero lógicos. Así nos va. Dichoso parón.



Miércoles 20 marzo 2024
Llegó la primavera. A las cuatro de la mañana del día veinte. Ni antes ni después. Sol y veinticinco y veintiséis grados. Esto nos ha de dar que sentir. Menos mal que comienza la GRAN DANZA DE LA LLUVIA —la Semana Santa— y las aguas —nunca mejor dicho— volverán a su cauce. El cauce de las aguas es por donde discurren, así que en realidad las aguas jamás se salen de su cauce ya que crean su recipiente mientras se adaptan a él. Todo es cauce o puede serlo. Me está quedando la semana muy panteísta. Creo que he visto demasiado verde.



jueves 21 marzo 2024
Se suspende o aplaza o duerme el juicio de la Perla Negra hasta el mes que viene. Venga. El de la Ciudad de la Justicia contra —exclusivamente, parece— Prada Presa, sigue. Espe estuvo muy graciosa y afirmó que creían que no les iba a costar un duro. Como estos. Y empieza el de Zaplana. Creo. Los sigo con muchísimo interés, como puede verse.



Viernes 22 marzo 2024
Esta viñeta trata sobre la nefasta Junta de Castilla & León; porque podría parecer que asumo o asimilo la tonta teoría centrista de que el actual Gobierno de España —pobre— actúa como una desconsiderada tiranía. Creo que no intervenir en política —no votar, decir todos son iguales...— no solo perjudica a todos. Creo que es de mala educación.



Sábado 23 marzo 2024
El jinete Ga Ga Frings, azote, como todo Vox, de señoritos y chiringuitos, exterminador de bulos, palacio y biblioteca, adalid de formas y modales, ahora critica a... Ayuso. Por estafadora. Oh. Ah. Lo de que su banda está fuera de las estructuras del PP, siendo él mismo vicepresidente de la Comunidad y con tres consejeros gracias —y con— el PP puede sonar un tanto imbécil. Un reloj estropeado acierta dos veces al día, pero si lo miras por detrás puedes imaginar que funciona de puta madre todo el rato. No tiene que importarte, eso sí, qué hora sea.