domingo, 15 de febrero de 2015

Segunda semana de febrero. En blanco









Lunes 9 de febrero de 2015
Problemas de comunicación. En eso estamos. Siempre. Le pregunté a un votante del PP qué deberían hacer para que dejara de votarles. No me supo contestar. -¿Matar a los primogénitos? -Bueno, dijo. -¿Cuántos?



Martes 10 de febrero de 2015
Los grandes partidos se sienten perplejos. Ahora que eran tan amigos, resulta que hay gente que no les quiere. Somos ingratos. Y desmemoriados.



Miércoles 11 de febrero de 2015
La Junta tardó once días en aceptar que había un temporal y pueblos aislados. Luego dijo que sí, que ya verían. Mientras, la nieve seguía empujando. La nieve se acaba marchando (no echa raíces, dicen en los pueblos). Ellos no parecen marchar nunca.


Jueves 12 de febrero de 2015
El oso dudoso (el ripio es de La Nueva España). Esta imagen de (en teoría) una cría de oso por las escaleras de una casa particular en Prioro (León) fue celebrada en toda España. Se supone que era un esbardo (u osezno, yo también me aprendí lo de esbardo con esta criatura). Pero puede que fuera un perro. Mismas dudas sobre el presidente de la comunidad.



Viernes 13 de febrero de 2015
Que sí. Que se presenta Herrera. Lo del temporal: cosa suya, que son ustedes unos caprichosos.



Sábado 14 de febrero de 2015
El gólem. Sigue. Claro. Se debe a su empresa. Todavía quedan catástrofes que consumar, tierras que envenenar, gente a la que hostigar y centrifugar, dinero que extraer, futuro que emborronar... El PP consumaría en Castilla y León su poder durante treinta años. Treinta años. Treinta años.



Domingo 15 de febrero de 2015
No se han hecho esperar las lealtades inquebrantables. Como ya se sabía que el presidente seguiría (¡lo sabía hasta yo!) hubo ya anteriores cabezadas y sumisiones, pero ahora es la apoteosis. No hay más almadías y se agarran fuerte.