Miércoles 8 de marzo 2023 Lo que más me irrita (y se me comenta que la irritación no resulta nada graciosa) es precisamente el intrusismo de los rancios en el humor. Las escandalizadas reducciones al absurdo fachas de disposiciones perfectamente normales. Recordemos su oposición al divorcio, al matrimonio gay, al aborto o a no ir a misa. Ahora tienes que ser maricón para ser lesbiana, los niños van al ambulatorio a cortarse la picha y salen ministras, van a obligar a abortar a niñas y ancianas...
Lo del acento anfibológico en el adverbio solo y en los demostrativos este, ese y aquel es otro tema. Mucho más importante, para mi asombro. Ignoraba que existiese una no ya afición, sino pasión por la ortografía que no detectaba (y sigo sin detectar) nunca en ninguna parte. Creí que era cosa mía, pero tiene más forofos que el Atleti. |