Las cinco viñetas publicadas el 17 de enero de 2012 en el periódico español El País. Comentarios gratuitos (en todos los sentidos) biliados por la enferma envidia que me devora.
|
Se agradece la sinceridad: en una esquina y encima de la firma escribe: Chiste similar publicado hacia 1968. No pone mayúscula en la primera palabra. En efecto: el autor lleva publicando esta misma gracia cuarenta y tres años. En España los científicos son calvos, se llaman Romerales y aceleran las partículas con un cubo atado a una cuerda. Despiadada crítica hacia la nula inversión en I+D del Gobierno, supongo. Ayer (16 de enero de 2012) este mismo autor firmaba el chiste de la paciente que, interrogada por su psiquiatra acerca del inconsciente, hablaba de su marido. Ja, ja, ja. También me reí cuando el humorista original lo publicó en mil novecientos sesenta y pico. Hablando de innovación.
|
Muere Manuel Fraga, sanguíneo ministro del dictador Franco, redactor de nuestra chapucera Constitución y fundador del nefasto Partido Popular. Hombre clave en la transición. Exacto. Así quedó ella. El autor lo retrata con halo y alitas subiendo al cielo. Para negociar. El recurso/homenaje de personaje difunto en el paraíso resulta siempre falso, manido y moñoño; en este caso también es contraproducente. |
|
|
| | |
|
|
La tentación del cliché. El a menudo admirable y forjador de esta profesión Andrés Rábago sufre a veces el síndrome del yo creo que esto no lo lee nadie que le lleva a publicar sonrojantes viñetas obvias (que luego son las más aplaudidas) o, como en este caso, falsas. Ningún banquero se ha tirado por ninguna ventana en ninguna crisis. Es una leyenda urbana que los viñetistas del New Yorker retomaron décadas después del crack de 1929. Solo se sabe de dos personas
que se suicidaran a propósito del crack en Wall Street. Y ninguna
de las dos eran banqueros. El New York Times de la época
informaba ya sobre infundados rumores acerca de especuladores suicidas. El economista
John Kenneth Galbraith lo escribía en su ensayo El Crack del 29 (1954), que concluía: “La ola de suicidios que siguió a la caída de la Bolsa forma parte de la leyenda de 1929. No existió". Es evidente que tampoco se van a tirar precisamente ahora cuando caerían muy en blando. La referencia al Manhattan de Woody Allen (pareja, banco, skyline...) refuerza la patraña. Se supone que en España eso no sucedió jamás, claro.
|
|
El buen rollo y el medio ambiente. La Tierra se tapa los ojos con sus manitas ante la inconsciencia de los hombres. La Luna (?) habla sin mucho sentido de las malignas agencias de calificación. |
|
Chiste con carteles. El abstracto 'Ellos' es muy grande y fiero (y lleva punto). En cambio 'Tú' (nosotros) es pequeño, débil y lleva grandes calzones (pero no punto). A no ser que el luchador de sumo sea China (aunque el sumo sea japonés) y el tú con orejas de soplillo sea Obama. En ese caso 'Tú' es el presidente de los Estados Unidos y me sigue dando exactamente igual tan roma metáfora gráfica. |
He escrito alguna vez que la labor de la prensa se parecería a la de una linterna concentrando un haz de luz muy débil en una cocina llena de cucarachas. En donde la linterna enfoca se ven los insectos un momento pero enseguida desaparecen. Las demás cucarachas continúan su actividad sin ningún problema. Esta luminosa tarea, por su futilidad, necesita mucha paciencia y energía. Apagar la linterna, enfocarla al techo o dar luz al azulejo que pone 'soltero y cuarentón qué suerte tienes ladrón' me parece... mal. Creo que me explico: estas cinco viñetas son un desperdicio y una irresponsabilidad. Tratar al lector como si fuera tonto no es la manera (si ése era el propósito) de hacer lectores tontos, es la manera de quedarse sin ellos para siempre.
Jo, tío, te ha faltado decir "he dicho".
ResponderEliminar¿Y la vaca/autónomo al que todos ordeñan? ¿Y un señor con cuernos y chistera y un cartel que pone "banquero"? ¿Y la valla, o es que has olvidado la valla?
ResponderEliminar