Martes 29 de marzo de 2016 En España le hemos puesto nombre a lo de que los políticos se coloquen, después de su habitualmente horrible gestión, en una empresa privada (en algunos casos y para mayor cuchufleta, privatizada) a la que hayan hecho algún servicio con el dinero de todos: lo llamamos puertas giratorias. A mi me recuerda más bien a las que se abren solas, con una célula fotoeléctrica, cuando detectan la presencia de un bulto. |
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