sábado, 18 de mayo de 2024

Tercera semana de mayo 2024. Diez negritos ciegos




Domingo 12 de mayo 2024
Si de una ecuación eliminas la incógnita y los miembros puedes poner como resultado lo que te salga de los cojones, que es una cosa muy liberal.



Martes 14 de mayo 2024
Fueron las elecciones autonómicas catalanas. Ganó el PSC. Alianza Popular y Convergència i Unió tienen en común muchísimas cosas. Se han cambiado el nombre, son de derechas, no les gusta ni aceptan la realidad...




Miércoles 15 de mayo 2024
En varias ciudades de Castilla & León tenemos lío con los barrios y las vías desde que James Watt empezó a hacer experimentos con la máquina de vapor. No es un problema de fácil solución. Pero, vamos, aunque lo fuera...




Jueves 16 de mayo 2024
En ciudades como Oviedo optaron por poner una enorme boina ENCIMA de la estación. Es caro. Es feo. Yo qué sé. Tengo la seguridad de que aquí —en Soria, en León, en Valladolid... — lo harán lo más tarde posible de la manera más chapucera. Les conozco de otras veces.




Viernes 17 de mayo 2024
De vez en cuando se acuerdan de las ridículas oficinas anti-ocupación que armó Quiñones de la Quiñonera. Ahí siguen. Las nueve. Cuando alguien mira el teléfono en Internet 
—para reírse o lo que sea— el consejero lo apunta como consulta telemática con un lapicero mitad rojo mitad azul.



Sábado 18 de mayo 2024
Unas indómitas monjas clarisas de Burgos alumbraron el concepto de vender su —enorme— cenobio y quedarse con el dinero. Con todo. Recordemos que las operaciones económicas de la Iglesia son transparentes: recibe líquido que no declara, posee los bienes, los administra, no paga impuestos y, a cambio (?) recibe más dinero del Estado. Como la Santa Sede no las deja —qué curioso— pues buscaron un misterioso mediador que les adelantó el capital y se pusieron bajo la advocación de un falso obispo de anchas caderas aficionado al lujo y al trapicheo. Geniales ideas todas. Dicen que las ventas de sus dulces se ha disparado. No me extraña. Yo también quiero de lo que toman. Bueno, esto viene a confirmar que lo único que les interesa a todas las sedes, santas o no, es la pasta. Y que todas las monjas llevan gafas.