domingo, 22 de abril de 2012

Fuego real. Artículo del 6 de junio de 1998


.
"El rey de España es un hombre campechano. El rey vino a León con sus campechanos guardaespaldas y su campechano helicóptero, convidado por el alcalde de Riaño, a pegarle un tiro a un rebeco". Suena manido, ¿verdad? Así empezaba el artículo que publiqué en La Crónica de León hace catorce años sobre las actividades venatorias de Juan Carlos I en León. El valle de Riaño, además de haber sido inundado arbitrariamente sufría problemas de comunicación. Ambas cosas (la innecesaria inundación y los problemas viarios) continúan. Así como la afición a la pólvora del rey tanto de los generosos políticos como del propio monarca.
Es difícil de creer pero tomen un periódico de 1998 y busquen alguna crítica hacia la institución en general o hacia algún Borbón concreto. No existía. Esto se publicó en un suplemento cultural de un periódico de provincias (lo más parecido en difusión a decirlo a voces en un descampado). De aquella era impensable que saliese algo parecido en uno nacional. Nadie se acuerda. Ahora, roto el tabú, cualquier columnista dominguero hace gracias sobre prebostes, presbicias y proboscidios. Afortunadamente.
Ah, el rebeco sobrevivió a otros ataques de su majestad (dos, creo) y murió de viejo.
Aquí se lee bien:
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyijURIG5rYSzdRCm0jqO9nACkc3FOBEHZLH6MOj8MTI_9eLK00WagD1cPimE4LFMh3C-0oQFz7NBWPBwQYZlniWkgyckVEEct080S4Yr_V6M3OB_QrKXeGp7yzqN7z1Wimzld3c4jOaE/s1600/fuego_real_rodera.jpg