domingo, 26 de marzo de 2017

Cuarta semana de marzo 2017. Subir a por aire

Lunes 20 de marzo de 2017
Las posaderas de Mañueco se afianzan en el autonómico trono del partido, Silván se retira a sus guaridas de invierno y las turbias aguas del PP vuelven a discurrir por las mismas enfangadas cañerías. Todo está bien. Aquí nadie quiere hacerle daño. Respire hondo.











Martes 21 de marzo de 2017
No hay nada más unido que un grupo de gente dividida en diferentes facciones peleándose por el territorio. Se describe muy bien en Los Soprano: esta gente se dedica veinticuatro horas al día a pelear por su trozo de poder y averiguar cómo tapan sus fechorías y cometer algunas nuevas. Es normal que no tengan tiempo para servir a la comunidad, sus verdaderos jefes. Cosa que ni se les pasa, naturalmente, por la cabeza.







Miércoles 22 de marzo de 2017
Lo de la piña. No entiendo la frase hecha de ser una piña. El ejemplo debería ser una naranja o, no sé, algo que tenga gajos, pero que están juntos. Una piña está unida porque... es una piña. Como un melocotón. O un helado. O todo, en general.








Jueves 23 de marzo de 2017
Ahora mismo prácticamente todas las organizaciones políticas y sindicales son absolutamente inindistinguibles en tácticas, personas y, mucho me temo, resultados.










Viernes 24 de marzo de 2017
Los sindicatos mayoritarios (mmmpffff...) organizan manifestaciones. Me parece. O algo así. Como los de la Semana Santa pidiéndole perdón a Jesucristo. Pero más inútil todavía.








Sábado 25 de marzo de 2017
Esclerotización osificada. Perdón por el tautológico pleonasmo y perdón otra vez por repetirlo. Estamos en la región más inanimada del planeta. Donde las cosas se caen, se desmigajan y permanecen en el suelo, asfixiadas por el aire pútrido y el movimiento, inevitable en cualquier otro ámbito o geografía, parece imposible









Domingo 26 de marzo de 2017
La piña otra vez. Los más conspicuos peones de los diferentes pesoes provinciales se postulan, ofrecidos, a la que será presumiblemente (ya que es el peor ser de toda la banda) su nueva líder. En la ortopédica y añeja serie animada, de infelice recordación Los Fruittis la piña se llamaba Gazpacho. Luego, creo, había un plátano que llevaba una mochila y se llamaba Mochilo y un cactus (?) que se llamaba Pincho. Pero la piña se llamaba Gazpacho. Nadie, todavía hoy, décadas después, se lo explica.













2 comentarios:

  1. Normalmente, al leer estos chistes, esbozo una media sonrisa. Con el chiste del viernes se me ha saltado una carcajada. Gracias.

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    1. Es justo lo que quieren Susana y los viejos: llevar la alegría a todos los rincones de España. Juá. Muchas gracias, Juan.

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