Última semana de febrero 2020. Campos no lineales

Lunes 24 de febrero 2020
¿Por qué la estupidez siempre encuentra relevo? Genéticamente no somos así. Los comportamientos no cooperativos sufren un castigo paulatino hasta convertirse en definitivo: con la desaparición de la especie. Ignoro entonces por qué en plazos cortos avanzamos y retrocedemos culturalmente de una manera que da mucho sueño. Hemos conseguido durante generaciones que prevalezca siempre el núcleo duro de la tribu y su reacción corta y violenta. Heredamos el verbo, pero también la furia.

Martes 25 de febrero 2020
Los carnavales.

Miércoles 26 de febrero 2020
El célebre y gárrulo Igea y la no menos esclarecida Inés Arrimadas tuvieron un encuentro ridículo y ampliamente televisado en el hall de un hotel, elocuente en lenguaje corporal y de bajísimo nivel narrativo. Que quieren mandar de forma unipersonal en su desguazada organización y para ello se valdrán de lo (y de los) que puedan. Pues vale.

Jueves 27 de febrero 2020
La consejera de Sanidad. Que no nos alarmemos. Lo que, con esta gente, siempre da ganas de correr gritando con los brazos por encima de la cabeza. Ah. En algunos consultorios rurales han puesto el cartelito de 'Pida usted hora con su médico y ya veremos'. Ya están aquíiii...

Viernes 28 de febrero 2020
Se supone que un vaquero debía abonar una multa desproporcionada (veinte seis mil euros) porque una de sus reses había chocado contra un tren. Esto originó gran cantidad de prosa épica sobre lo heroico del ganadero y lo pérfido de la Administración. Al final resultó que ya había pagado una multa de ochocientos euros (?). La mágica condonación (!?) de la deuda le valió para sacar la picha un rato al nuevo delegado del Gobierno, que acabará saliendo por aquí. El asunto de los todoterrenos cada vez huele peor y las excusas de Suárez Quiñones son cada vez más convulsas (dijo que se habían dado de baja muchos todoterrenos porque andan por las tierras y oye...). Lo demás continúa tan esclerotizado como siempre.

Sábado 29 de febrero 2020
Las encuestas dicen que si votáramos ahora las cosas se quedarían más o menos. Tampoco es cuestión de desplomarse todos los días.

Domingo 1 de marzo 2020
Las mascarillas (agotadas en las farmacias y hasta robadas en los hospitales DONDE HACEN MUCHA FALTA) son una excelente prueba diagnóstica: si veo a alguien burlarse de su idoneidad profiláctica ya sé que no tiene ni puta idea de este asunto vírico concreto y, probablemente, de ningún otro.