Miércoles 17 de octubre 2018
Murió el picabiano y a menudo excelente Eduardo Arroyo, cuya relación con León fue sentimental en Robles de Laciana y desafortunada en la capital, donde un interesantísimo proyecto en la Plaza Castillo fue torpedeado por los entonces responsables del Ayuntamiento, (que de nada sabían ni saben) y dejado a medias. Una verdadera lástima. El artista acabó tan hasta el gorro de Mario Amilivia (por ejemplo; alcalde entonces y actual responsable del Consejo Consultivo) que llegó a suplicar que tirasen sus piezas (terminadas, pagadas y almacenadas en una nave a la espera de su instalación) al Bernesga. |
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