Última semana de mayo. Aguja de marear

Lunes 26 de mayo de 2014
El sábado fue la final de la Copa de Europa de fútbol y el domingo, las elecciones. Yo soy creyente de ambas religiones. Otras personas, pues no. Lo que en el primer caso me parece normal (y sano) y en el segundo, peligrosísimo.

Martes 27 de mayo de 2014
El PP celebra el batacazo del PSOE. Ambos partidos parecían estar suplicando, como algunos borrachos, que les partieran la cara. Pues lo han conseguido. Ha surgido además una fuerza (adecuada palabra en este caso) política nueva (Podemos, con un millón doscientos mil votos) que ha devuelto la ilusión a mucha gente. Volverán a preguntarnos. A ver.

Miércoles 28 de mayo de 2014
Un pequeño pueblo de Burgos llamado Castrillo Matajudíos vota y vuelve a poner su nombre original de Mota de Judíos. Bien.

Jueves 29 de mayo de 2014
El Partido Popular pierde dos millones y medio de votos en España. Si no habían asimilado absolutamente ninguna enseñanza antes, no creo que vayan a hacerlo ahora.

Viernes 30 de mayo de 2014
La ciega irresponsabilidad y codicia de esta gente no tiene orillas. Quieren reabrir una central nuclear (idéntica a la de Fukushima) de más de cuarenta años... ¡para otros treinta! Se inauguró en 1970 y su vida útil terminó en 2011. Enaltecimiento de la hecatombe podría ser la figura legal que definiese este disparate.

Sábado 31 de mayo de 2014
En las fotos de los periódicos raramente salen los verdaderos protagonistas de la historia. Los que sí salen mucho son los dueños y/o anunciantes de los propios periódicos.

Domingo 1 de junio de 2014
Después del naufragio, bofetadas por las almadías. Óscar López (el de la cabeza más grande) fue a Madrid de mano de Rubalcaba (¡¿en qué estarían pensando!?). Ahora se abre camino a codazos para volver a Castilla y León. Como conejos huyendo de las ruedas del coche, dan brincos buscando volver al bosque que ellos mismos han quemado.